Los dientes torcidos, mal alineados, apiñados pueden provocar en el niño severos problemas a la hora de hablar, comer, etc.
¿Porqué?
Esta maloclusión crea una sobrecarga en las articulaciones, que puede provocar el desgaste de las piezas dentales, y hasta dolores de cabeza. Además, al no tener los dientes alineados favorece la respiración a través de la boca, dificultando así la respiración nasal y también puede afectar la masticación que puede conllevar a problemas digestivos.
ohh ahora ya lo se gracias
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